En el Enlace 193 el presidente indicó que no hay nada que criticarle, que va a demostrar con encuestas dónde están los culpables, acusó al Director del Hospital de la Policía de ser parte de la conspiración, que es su subalterno, que no puede tratar de hacer quedar como mentiroso a quien es su jefe, por haber expresado a CNN que el presidente no estuvo secuestrado. Ordenó su baja, que sea despedido del Hospital, que se inicie una investigación en su contra.
¿No hay nada que criticar? En lugar de pedir disculpas y renunciar por haber instigado a delinquir y su consecuente responsabilidad por los trágicos sucesos del 30 de Septiembre, continúa su discurso agresivo, violento, descalificador, insultador. Sus palabras señalan que para que el Director mantenga su puesto debe decir lo que el presidente ordena y no lo que considera verdad de acuerdo a su conciencia. No le corresponde al presidente indicar quién es conspirador. Hacerlo es una acusación grave y potencialmente difamatoria. La demostración de culpabilidad debe darse con pruebas, no con suposiciones y encuestas.
Su presencia en el Hospital puso en riesgo a las personas que estaban allí. Sabemos por sus palabras que entró a la fuerza. Hubo disparos y gases lacrimógenos en un hospital. Los organismos internacionales deben investigar de dónde provino la orden para hacerlo. El presidente visitó a un niño herido el 30 de Septiembre. Ofreció a su humilde madre ayuda para conseguirle trabajo y la rehabilitación de su hijo. Se ha generalizado esta práctica en la que personas mueren o son heridos en balaceras y todo se soluciona con ofrecerles una casita o unas becas, mientras que por desconocimiento, falta de recursos, miedo y falta de un sistema de protección del ciudadano, los afectados no demandan al Estado como deberían hacerlo. Todos los que estaban dentro del hospital, tanto personal como visitantes y pacientes así como los familiares de los muertos y heridos tienen el derecho de demandar al Estado. Se puso en riesgo sus vidas. Los responsables deben ser demandados. El presidente es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y de la Policía y conocemos que siempre estuvo en ejercicio del poder.
En el Enlace 192 el presidente vergonzosamente utilizó niños para promocionarse, pretendiendo que espontáneamente participan en los enlaces sabatinos para decirle lo bueno que es, y nuevamente lo hizo durante su entrevista con la televisión rusa RT en la que indicó que niños le escriben diciéndole que mantenga su sonrisa. Esta práctica perversa es copia de dictadores y tiranos como Saddam Hussein, Ceausescu, Hitler, Stalin.
Los niños no debe ser inmiscuídos en asuntos políticos y su educación no debe ser prejuiciada con los valores del gobierno de turno. Su educación debe ser libre de politización y manipulación. El presidente debe dejar de utilizar a los niños, aprovechándose de su candor e inocencia, para justificarse y su manipulación debe ser censurada.
Buscando simpatía del público durante el Enlace 190 indicó que el 30 de Septiembre le enviaron a sus hijos mensajes por teléfono diciéndoles "ya vamos por ustedes". Pero, ¿no pensó cómo se sintieron sus hijos, su mamá y familiares al verlo en televisión desafiando a los policías manifestantes a que lo maten y cómo se hubieran sentido si le disparaban? Dijo "todos a rechazar la violencia..., vamos a avanzar con ideas no con violencia". No ha pasado ni un mes y el tono violento de su discurso no cesa. Expresó que los fallecidos le tienen partida el alma, pero veo que no la tiene tan partida que no asume su responsabilidad en esta condenable acción y renuncia.
Carlos Sagnay
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